Descripción
Versos como gotas del licor más dulce jamás destilado, queriendo manifestar, transmitir un «algo»… nosotros los lectores, cuando nos embriagamos entre versos y figuras literarias, escogemos el sentimiento que mejor se acompasa con nuestro estado rehacemos el mensaje original, apropiándonos del poema. Ante todo es fidelidad, la fidelidad que el amor le hace al poeta rasgar la carne para que broten los versos de entre los bordes de la herida. Fidelidad al azul, los verdes y amarillos, al mar, a la justicia encarnada en la tierra. Fidelidad al regusto de los sueños hechos realidad, incluso sabiendo que por el mero hecho de soñar, dejemos muertos en los márgenes. Es luz, es lluvia, es el relámpago oscuro de la noche oscura, es pasión, enfrentamiento interno, esperanza en el desamor…Es espuma, sonidos repetidos, suspiros y aullidos desesperados, es mar… El amor del poeta; amor, que los humanos no sabemos discernir pues nos transciende, nos supera y nos hace predecibles; el Amor cuando el poeta lo manifiesta en versos, se hace el verbo que ningún dios sabe escribir, solo él, el poeta cuando asciende de lo humano es capaz de regalarnos tanto llanto como para poder seguir amando.
Jesús Aguilera Muñoz